Ese es el sentimiento generalizado a pesar de estar enamorada.
Y se lo debo a la mariposa que con su crueldad habitual y su maña adquirida me enchuyo un
"vos tomaste una decisión"
Como si enamorarse fuese una decisión que uno toma, como si fuera elegir entre chocolate y vainilla.
Las cosas han cambiado, no lo niego pero tampoco me parecio que fuesen cambios tan terribles.
Lo bueno de los cambios es que te das cuenta de las cosas buenas y malas.
Lo malo de darse cuenta de lo malo es ver cuanto se ha cedido en pos de mantener la calma, y cuano infeliz se era.
No que uno no lo supiese pero preferia esconderlo.
Y ahora se destapa todo: la "traición", la incomodidad, los reclamos, etc., etc.
asi andamos con el alma estrujada
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