8/04/2008

Un hostel

Como me sume de colada a un grupo que ya viajaba todo quedo en manos del grupo; por suerte la “coordinadora” del mismo era la Mariposa. Ella se encargo de comprar los pasajes y reservar el alojamiento.

El alojamiento elegido fue un hostel.
Nunca había ido a un hostel, asumí que era parecido a un hotel pero con todo compartido.
La realidad no estaba tan lejos…
El lugar estaba regenteado por dos personajes de aquellos, que lo sostenían a fuerza de estar ahí pero sin saber muy bien para donde ir. La primera sensación fue de caos total: yo me quiero ir de acá ya fue mi primer pensamiento.
La gente entraba y salia, huéspedes y no huéspedes disponían del lugar como propio. Resulta que ese lugar es un lugar de encuentro para muchos de los amigos de los dueños; por ello se organización fiestas, asados y terminan ayudando con la regencia del lugar.

Así, la primer tarde me encontré haciéndome cargo de poner un timbre, recibir una huésped que venia con mi grupo y de otra que nada que ver pero venia al congreso también. Debo decir que no me cuesta, me resulta natural querer ayudar ...

Para el segundo parecía que era mi casa de siempre y el living fue el principal determinante; con la tele, la música, el baño y la cocina cerca, y unos sillones que invitaban a pachorrear era EL lugar.

Además estratégicamente ubicado, quedaba cerca de todo. Desde ahí camine para todos lados.

y asi transcurrieron los dias que restaron...

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