Un día más en que no paro.
Tramites, trabajo, viaje. Es demasiado.
En medio de mi viaje me preguntaba si valia la pena el mismo (estaba yendo a tramitar la inscripción a un posgrado). En lo que se venía, en si podía sino es demasiado. En todo hay algo de inconciencia de mi parte, pero un 25% de mi me dice que es ahora o nunca. Siendo nunca un abanico de posibilidades inabordables.
Otro 25% se relaja sobre la idea de la juventud, las ganas y las cosas buenas que depara este nuevo emprendimiento.
El 50% restante todo lo duda y va atajando lo que los otros han hehco, no obstante en el viaje de vuelta (parada TODO el viaje) se fue convenciendo -música mediante- que tan mal no está, ni se presenta.
Es increible como me voy aferrando a pelotudeces para sostener lo insostenible.
Entre mis amigos, soy considerada como una persona optimista -a pesar de que no dudaron en otorgarme el grado de maldad más alto dentro del grupo: 80% natural, 20% de esfuerzo. Y a veces creo que es cierto, a todo le veo en primera instancia esa cosa buena o que por lo menos pinta como tal.
5 comentarios:
hola, pasé por aquí.
hola, me gustan los trenes...no se si el de la vida, pero el resto seguro.
saludos
A mi también me gustan los trenes,
y el de la vida un poco menos porque puede maltratar.
Grs por pasar!!!
Menos mal que una tiene a los amigos... Qué sería de nosotros si no fuera por la imagen que tienen a veces de una! :)
Es cierto, los amigos salvan!!!!
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