Hace poco me di cuenta que siempre he sido una niña mimada.
Siempre hice lo que quise y tuve todo lo que quise.
Educación de privilegio, multiples posibilidades y la posibilidad de elegir siempre.
Niña mimada, querida, contenida.
Por eso me cuesta tolerar la frustración de que no todos me quieran, me mimen y adoren.
Y reafirmamos la imposibilidad de que los padres sen buenos: por una u otra razón la cagan.
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