Ayer uno de mis alumnos me puso orejas de burro.
Si, el individuo me pregunto algo y como no supe que contestarle; me hizo orejas de burro.
Lo mas gracioso, es que a mi no me molesto; es más me parecio gracioso y buenisimo que se sintiese en la mas absoluta comodidad como para hacerme orejas de burro.
No pensaron lo mismo sus compañeras que le dijeron a viva voz:
- !!!!!!¿¿¿¿¿Cómo le vas a hacer orejas de burro a la profesora??????????!!!!!
A lo cual el simpelmente me contesto- Y si no sabe...
Tan sencillo como eso, si no sabe es burra.
Este pequeño episodio podria someterse al escrutinio y decirse muchas cosas desde que como hemos educado a nuestros alumnos que asumen que no saber es signo de ignorancia hasta cuan anticuada es nuestra forma de enseñar que los chicos siguen con orejas de burro y la lechuza hace shhhh!!!. Y asi hasta el fin de nuestros dias.
Yo elijo quedarme con otra cosa, despues de mucho logramos que el aula fuese un lugar de intercambio en donde algunos me dan orejas de burro, otros se me quejan porque sus preguntas son los disparadores de la clase, compartimos y nos reimos juntos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario