4/22/2008

Ha muerto un sueño

El pelo es un objeto de vanidad más que todo, a estas alturas ya no podemos decir que es para proteger nada.
Objeto de deso entre las mujeres, nunca nos gusta lo que nos toco.

Yo aprendi a convivir con el mio. Nunca me importa mucho hasta hace unos años que decidi dejarlo crecer y lo empece a cuidar.
Como todo lo que emprendo tuvo sus altibajos, pero fui constante y durante dos años y medio crecio y crecio; nunca llego a la cintura: mi sueño desde niña peor cerca estuvo.

Estuvo en pasado porque ayer me lo corte.
De cuajo, de tajo y se acabo tanto cuidado, tanto empeño para que se caiga igual y sea un lastre.
Hoy estoy más comoda, me gusta como quedo el corte.
Me da sensación de libertad y estaba necesitando un cambio.

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