M es alguien que conocí hace un tiempo, se presento una noche y pegamos buena onda.
Dejo desde el minuto cero que no tenía disponiblididad emocional para una relaciona, a lo cual yo dije "Yo tampoco" (eran esos tiempos de despecho, en fin).
Asi quedo cerrado nuestro trato: mucho mimo, poca relación.
Suelo aferrarme a lo que prometo, en este caso no por terca (mi ascendencia vascoitaliana dirá lo contrario pero este no es el caso) sino por conveniencia de sostener ciertas NB.
Es un plan secillo: nos vemos cuando pinte y a pasarla bien.
Hace tiempo que sostengo que deseo y amor pueden ir por carriles separados.
Durante un tiempo fue No debo M, porque estaba en etapa de hay que buscar amor, el amor todo lo cura, todo lo puede (aunque nunca comunique mi desición ofialmente). Debe de ser cierto en alguna situación pero el deseo tambien cura y puede.
El tiempo paso y yo me olvide hasta que un día nos encontramos en un boliche, yo segui mi camino pues tenía otros intereses en vista. Siempre de riguroso saludo formal, ante todo gente civilizada.
Hace unos días me escribió devuelta, los tratos que no se rompen se sostienen indefinidamente.
No sabe lo que quiere y tiene tanto miedo a enamorarse que no puede sostenerme la mirada. Aún a sabiendas que yo sería incapaz de rompar lo pactado.
Fue su prerrogativa, su defensa. Es mi prerrogativa, mi deseo.
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