4/13/2008

Todo vuelve

más aquello que se esconde bajo la alfombra.

S. tuvo un paso fugaz pero contundente en mi vida, no hizo promesas explícitas pero las acciones dicen más que las palabras.
Un día todo se rompió, cavilé durante una semana hasta que nos encontramos de casualidad (si es que existe) y termino por hacer añicos lo poco que había.
Fue duro, hasta tuve una reacción física (me desperté por la falta de aire) frente a semejante angustia pero no hubo más que una semana para hacer algo con toda esa maraña de cosas que pasaban por la mente.

A la semana siguiente ya estaba envuelta en la locura de la casa, de encontrar el nuevo hogar y todo quedo bajo la alfombra.
Y como todos los trapitos eventualmente salen cuando menos uno los espera, este apareció de la nada con la fuerza de un huracán.
Me tomé un colectivo equivocado, ese fue el detonante del huracán. ¿Quién lo hubiese dicho, no?
Me tomé ese colectivo que el me había dicho que no me tomara nunca para ir a trabajar porque no me dejaría nunca.
Cuando cai en la cuenta, ya era tarde: el flashback había tomado mi mente por asalto.

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